18.5.13

Jabón de rosas

 

Hace un par de meses hicimos jabón de aceite de oliva y rosas.
Una vez recogidas nuestras mejores rosas, las dejamos secar y después maceraron en aceite de oliva virgen.
Unas semanas más tarde se convirtieron en un jabón cremoso y nutritivo, de espuma fina que
 hidrata la piel mientras la limpia de forma suave.
Apto para todas las pieles.

Ya está listo, si quieres probarlo ¡ya sabes!


16.5.13

El rincón de las aromáticas

Hace unos días compramos varias plantas aromáticas y medicinales para plantar y tener en nuestro huerto.
Aunque es algo para toda la familia, este rincón me hace especial ilusión a mí, Farah, ya que cada vez me adentro más en el mundo de la fitoterapia ya sea para remedios medicinales, cocinar o para usar en cosmética natural.

Hemos plantado toda una fila variada donde tenemos: melisa, orégano, poleo, menta chocolate, cebollino, ajenjo y mejorana. Ahora me gustaría conseguir semillas de árnica para tener siempre en casa.

Y al lado hemos hecho toda una larga fila de fresales en los que ya hay pequeñas fresas verdes. ¡Que ganas de verlas bien rojas!







13.5.13

Jabón de aceite de oliva y lavanda: resultado

Hace unos días compartíamos con vosotros una receta de jabón casero con fotos y paso a paso.
Aquí podéis ver lo bien que quedaron después de curar y envueltos para la venta. Bonitos, ¿verdad?


11.5.13

Receta de arroz con leche

Ya que este blog lo creamos con la intención de compartir nuestro día a día y forma de vida, he de decir que  una parte bien importante en casa es la comida, tanto dulce como salada.

Después de varias semanas con una petición de mi niño para que le hiciera su postre favorito me animé y salió de rechupete. Es una receta sencilla sin florituras:

1 l. de leche
100 gr. de arroz redondo
120 gr. de azúcar
Piel de medio limón grande
1 rama de canela
Canela molida
Un par de hojas de menta fresca

- Ponemos la leche a hervir junto a la canela y el limón.
- Cuando rompa a hervir echamos el arroz y dejamos cocer mínimo 25-30 min. removiendo bien hasta el fondo para que no se pegue cada pocos minutos. (Cuanto más a menudo removamos más cremoso se nos quedará).
- Ponemos el azúcar y dejamos hervir unos 5 minutos más sin dejar de remover.
- Paramos el fuego y ponemos el arroz en otro recipiente donde lo dejaremos enfriar. Removemos de vez en cuando para que no se forme una capa más seca arriba.
- Una vez frío lo metemos en la nevera (opcional) y a la hora de servir espolvoreamos con canela en polvo y un par de hojas de menta.

* Esta cantidad es para 3-4 raciones.
* El tiempo de cocción del arroz dependerá de los gustos ya que a más tiempo, más deshecho y cremoso quedará.
* Hay quién prefiere quitar la piel de limón y la rama de canela antes de echar el arroz o antes de servir.
* También se puede añadir piel de naranja o cambiar la canela por vainilla.



9.5.13

Jabón de aceite de oliva y lavanda (receta paso a paso)

Lo que no puedas comer no te lo eches en la piel. 

Esto decían muchas mujeres mayores. Y es cierto. Hoy en día nos venden cualquier producto cosmético elaborado a base de ingredientes artificiales, químicos y muy muy dañinos, pero la falta de interés y de información hace que esta industria crezca mucho.

Hace unos meses comencé a hacer jabón para casa y hoy os comparto una receta facilísima.
Esta la aprendí de la mano de Nitdia, una muy buena amiga, en el taller de Cosmética natural que impartió aquí en casa el pasado octubre y organizado por Muslimah.

Este es un método para hacer jabón sólido en frío.

Usaremos:

1000 gr. de aceite de oliva virgen
131 gr. de sosa caústica
328 gr. de agua destilada
Un puñadito de flores secas de lavanda

Moldes para jabón (yo reciclo cosas como briks, botes de yogurt, etc.) que sean de plástico o madera forrada en papel.
Espátula de plástico.
Bols grandes de plástico o vídrio.
Batidora.
Báscula.
Guantes.
Gafas protectoras (o de sol).
Mascarilla o pañuelo para tapar boca y nariz.

Vinagre para tener cerca por si hay alguna salpicadura en la piel.

Antes de empezar hay que resaltar que hay que seguir unas medidas de seguridad estrictas ya que la lejía (sosa más agua) es muy fuerte y puede quemar la piel. Hay que tapar la piel, evitar que entren niños y mascotas cuando hacemos el jabón y tener la zona ventilada ya que la mezcla de lejía la haremos en el exterior o en una ventana para que los vapores que emana durante unos segundos no los respiremos, ya que son muy tóxicos.

Dicho esto, ¡vamos allá!

1. Lavamos bien los moldes y los secamos. Si es el caso, los cortamos y abrimos para dejar preparados.


2. Nos podemos los guantes, las gafas y la mascarilla.


3. En el bol más pequeño pesamos la sosa y reservamos.

4. En el bol mediano pesamos el agua destilada.


5. Salimos al exterior (terraza, balcón o repisa de una ventana) y echamos la sosa en el agua destilada. Removemos con la espátula hasta que se haya disuelto la sosa y sea el agua transparente.
(Aquí hay que cuidar de no respirar los vapores que emana la mezcla al principio. Esta lejía es muy fuerte y la temperatura que coge al instante es alta por lo que hay que tener mucho cuidado).




6. Mientras dejamos que se enfríe un poco vamos pesando el aceite de oliva en el bol más grande.


7. Tocamos con las manos el recipiente de la lejía para comprobar la temperatura. La dejaremos hasta que se haya enfriado a un poco más de la temperatura corporal (unos 40º). Esto es un poco a ojimetro. (si, ya sé que no suena muy fiable pero me enseñaron así y hasta ahora no he tenido ningún problema).


8. Una vez listo vertemos la lejía sobre el aceite con un chorro constante pero no de golpe y vamos removiendo con la espátula.


9. En cuanto la hayamos echado toda metemos la batidora hasta el fondo y empezamos a batir sin moverla ni levantarla. Como si hiciéramos mayonesa. Esto ayuda a que no se corte y evita salpicaduras.


10. Cuando veamos que se ha mezclado bien y comienza a espesar podemos mover la batidora batiendo por todo (mucho cuidado con que no salpique).


11. Seguir batiendo hasta conseguir la traza. Esta será cuando se quede la marca en la espátula o cuando con una cuchara dejes caer gotitas y se forme un caminito. (En la foto le faltaba un poco).


12. Una vez lograda la traza echamos flores de lavanda seca y removemos bien.
Ahora es el momento de añadir algún aceite esencial si nos apetece.


13. Con la ayuda de la espátula metemos en los moldes y damos algunos golpecitos para que se asiente la masa.



14. Repartida toda la masa de jabón cerramos y envolvemos en un par de trapos. Dejamos reposar en un sitio cálido porque nos interesa que guarde el calor el mayor tiempo posible.


15. Dejamos entre 24 y 48 h. Lo suficiente para que el jabón se haya endurecido pero aún esté blando para cortarlo.
Pasado este tiempo y comprobado que está en ese punto, desmoldamos y cortamos las pastillas a nuestro gusto. Guardamos en un lugar seco lejos de la luz y ponemos todas las pastillas sobre un cartón, papel de horno o periódico, o tela y tapamos con un trapo de algodón. Damos la vuelta cada 2 o 3 días para que seque bien por ambos lados y dejamos secar 40 días.

Para ver que nuestro jabón está bien y se puede usar con tranquilidad debemos hacer la prueba del ph. Lo suyo es tener las tiras medidoras de ph con las que veremos que número tiene pero si no las tenemos podemos hacer la prueba de la lengua: ponemos la punta de la lengua en el jabón y si no hace un efecto "puaj" muy fuerte (entre pellizco y pequeña quemadura-descarga) es que está listo para usarse.


* Las imágenes son de Estela Maris SG. Puedes ver más sobre su trabajo en este link.